El cortacésped.
Despertarme con el ruido del cortacésped los fines de semana, para mí, es ¡felicidad! Siempre me gustó. Significa que el verano se acerca. Es la señal de salida de esa cuenta atrás, aunque realmente es como si ya hubiera llegado.
A partir de ese día ( vaya responsabilidad le dejo al jardinero) decido que ya no me pongo calcetines ( seguramente habrá días, bastantes, en los que los echaré de menos), guardo la ropa de más abrigo hasta el año que viene, asumiendo el riesgo de que voy a pasar frío. Me pongo en “modo verano”. Me pongo de buen humor.
Igual que cambio mi armario, mi ropa, me gusta cambiar la imagen de mi casa. Cosas fáciles. Pequeños detalles que ilusionan, que acentúan la alegría y nos ayudarán a celebrar la llegada del buen tiempo.
¿Cómo podemos vestir a nuestra casa de verano? Te voy a dar unos consejos:
Recoge esas alfombras mullidas tan gozosas, pero que en verano nos pueden resultar demasiado tupidas. Es buen momento para aprovechar y llevarlas a la tintorería para que estén perfectas cuando las recoloquemos.
2. Color. Si los sofás de tu casa son desenfundables, sería bueno que tuvieras alguna funda en colores más claros o alegres. Incluso alguno, pequeño, con estampados más frescos. Rayas, cuadros vichy, flores. Blancos, azules y verdes luminosos, amarillos, rosados...todos valen, siempre que nos aporten luz y alegría.
3. Cojines y almohadones por todos lados. Color. Color. Color. Aquí sí que podemos arriesgar más. Linos, algodones, lonetas. Arriesga. Haz combinaciones locas, divertidas, que en el fondo, en eso consiste. En divertirte.
4. Flores. Decora con flores, plantas. Retira las flores secas para dejar paso al verde, al color. Jarrones transparentes, sencillos, donde veamos los tallos sumergidos en el agua. ¡ Es tremendamente sosegante ver el agua con las plantas!
5. Retira tus edredones y fundas nordicas. Invierte en buenas sábanas, blancas, que complementas con colchas maravillosas y plaids de colores. Para mí, pocas cosas hay mejor que una cama bien hecha con sábanas blancas y una colcha bonita.
6. Retira también cortinones y cortinas tupidas. Es el momento de dejar que la luz del sol inunde las estancias. Puedes sustituir las cortinas por telas livianas que permitan el paso de la luz protegiendo nuestra intimidad. Digo esto imaginando una cortina al viento mientras duermo una siesta.
Recuerda estimular todos los sentidos en esta época. Olores, frutas, flores, telas, colores…
¡Bienvenido verano, o bueno, primavera!