De dentro afuera.

Las obras, como muchas cosas en la vida, los mejor es hacerlas de dentro afuera. Es como cerrar una herida, se debe cerrar de dentro afuera, si no, cierra en falso. Y eso no es bueno.

Llega una fase en las obras en la que se trabaja adentro. Hay que pasar cables y tubos mil. Es un trabajo que no se ve. El cliente sólo ve su casa llena de agujeros, rozas y tubos colgando.

¡Si los derribos ya estaban hechos! Ven más destrucción.

Preparando instalaciones de fontanería y electricidad.

Es una etapa que a mí personalmente, no me gusta compartir con el cliente, pero normalmente es inevitable. Casi siempre hay replanteos de última hora: ¿seguro que no necesitas un enchufe aquí?

No me gusta porque no se ven avances. Se está construyendo de dentro afuera. Pero es una de las fases más importantes. De ella no depende sólo el correcto funcionamiento de las instalaciones, sino que el proyecto quede tal y como ha sido concebido.

Así que ya sabes, cuando estés en plena reforma y creas que no avanzas, piensa: Se está cerrando de dentro afuera.

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